Lo mejor que existe para el riego de tus plantas es el agua de lluvia,
sobre todo para las que crecen en maceta y para la limpieza de las hojas
de las plantas de interior.
Tiene además la virtud de
oxigenar sus hojas, revitalizándolas. Nuestras abuelas o madres conocían
muy bien este efecto y es por eso que sacaban afuera sus macetas en
días lluviosos.
Libre de cloro y
sales minerales, es un agua pura con un Ph neutro, ideal para que tus
plantas crezcan sanas y puedan absorber los nutrientes del suelo.
La captación de agua de lluvia puede hacerse de varias maneras, que van
desde la simple recolección en un recipiente, hasta sistemas de
almacenado en barriles o cisternas que recolectan el agua proveniente de
techos u otras superficies.
Una buena idea es embotellar el
agua recolectada y almacenarla en la heladera, de esta manera se
conserva siempre fresca para el riego, ya que el agua de lluvia
transporta materia orgánica que puede descomponerse luego de varios
días. En este caso es recomendable colocarle una gota o menos de
lavandina por litro de agua, para que no se pudra y se acidifique.
No esperes más y en este día lluvioso sacá un baldecito a tu jardín, balcón o terraza… que tus plantas te lo van a agradecer!
Luciana Rey
Paisajista
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - U.B.A.
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